Crear Buenos Vínculos Para Ampliar Los Negocios

Para Gustavo Alejandro Herrera la decisión de migrar no fue nada fácil. Le constó un año de reflexión dejar a gran parte de su familia en Venezuela. Desde su primera empresa en Trujillo, Cambios RYG, destinada a enviar remesas a su país, se sintió valorado y respetado por sus vecinos, aunque los primeros meses fueron económicamente complicados. Lo más importante en esa primera época fue ahorrar dinero, así que durante seis meses se restringió para alimentarse prácticamente en todo, excepto lo imprescindible.

A diferencia del modo de vida al que estaba acostumbrado. Haberse impuesto un objetivo le sirvió para aplicarlo también a su empresa. Su estrategia de crecimiento fue trazarse pequeños objetivos y cumplirlos bajo cualquier circunstancia. Gustavo está convencido de que los emprendimientos tienen que mostrar de algún modo algo de su gestor.

Es por ello que busca que sus clientes sientan que ser venezolano tiene como marca la educación, y considera que es fundamental para los negocios.

Y no sólo porque considera que en ciertos ramos no alcanza con trabajar al máximo y esforzarse, sino que hay que aportar más valores, como la honestidad o la sinceridad . “A nadie le gusta”, afirma, “que la persona a la cual le das tu dinero para enviar a otro país no actúe con educación y seriedad. Yo entiendo cómo se pueden sentir, porque yo mismo si puedo ayudar a mi familia me sentiré bien, pero eso no significa que entregue mis ahorros a cualquiera”.

Para Gustavo, integrarse al programa de OIM fue el trampolín que necesitaba para cuestiones básicas como aprender a legalizar emprendimientos en otro país, además de otras estrategias básicas. Sin embargo, para él ha sido fundamental fortalecerse para manejar situaciones difíciles, tal como aprendió con las mentorías.

“Me di cuenta que para aguantar un negocio son tan importantes los vínculos fuertes que están en nuestro interior como los vínculos nuevos, el de las personas con las que compartes el día a día, así que intento romper los prejuicios que hay con los venezolanos”.

Para Gustavo, la inteligencia social es clave para los  negocios, y se define como una persona dispuesta a ayudar, ser respetuoso y colaborar con las personas del entorno. Considera que eso marca la diferencia  cuando  hay procesos migratorios fuertes.  Gustavo ha  decidido crear otro negocio  que beneficie también a las personas locales, así que acaba de abrir una lavandería, Lavandería Super Flash Clean RYG, y tiene el serio propósito de abrir pronto dos más, aunque “paso a paso”, como él dice.  

Crear Buenos Vínculos Para Ampliar Los Negocios

Para Gustavo Alejandro Herrera la decisión de migrar no fue nada fácil. Le constó un año de reflexión dejar a gran parte de su familia en Venezuela. Desde su primera empresa en Trujillo, Cambios RYG, destinada a enviar remesas a su país, se sintió valorado y respetado por sus vecinos, aunque los primeros meses fueron económicamente complicados.

Lo más importante en esa primera época fue ahorrar dinero, así que durante seis meses se restringió para alimentarse prácticamente en todo, excepto lo imprescindible.

A diferencia del modo de vida al que estaba acostumbrado. Haberse impuesto un objetivo le sirvió para aplicarlo también a su empresa. Su estrategia de crecimiento fue trazarse pequeños objetivos y cumplirlos bajo cualquier circunstancia. Gustavo está convencido de que los emprendimientos tienen que mostrar de algún modo algo de su gestor.

Es por ello que busca que sus clientes sientan que ser venezolano tiene como marca la educación, y considera que es fundamental para los negocios.

Y no sólo porque considera que en ciertos ramos no alcanza con trabajar al máximo y esforzarse, sino que hay que aportar más valores, como la honestidad o la sinceridad . “A nadie le gusta”, afirma, “que la persona a la cual le das tu dinero para enviar a otro país no actúe con educación y seriedad. Yo entiendo cómo se pueden sentir, porque yo mismo si puedo ayudar a mi familia me sentiré bien, pero eso no significa que entregue mis ahorros a cualquiera”.

Para Gustavo, integrarse al programa de OIM fue el trampolín que necesitaba para cuestiones básicas como aprender a legalizar emprendimientos en otro país, además de otras estrategias básicas. Sin embargo, para él ha sido fundamental fortalecerse para manejar situaciones difíciles, tal como aprendió con las mentorías.

“Me di cuenta que para aguantar un negocio son tan importantes los vínculos fuertes que están en nuestro interior como los vínculos nuevos, el de las personas con las que compartes el día a día, así que intento romper los prejuicios que hay con los venezolanos”.

Para Gustavo, la inteligencia social es clave para los  negocios, y se define como una persona dispuesta a ayudar, ser respetuoso y colaborar con las personas del entorno. Considera que eso marca la diferencia  cuando  hay procesos migratorios fuertes.  Gustavo ha  decidido crear otro negocio  que beneficie también a las personas locales, así que acaba de abrir una lavandería, Lavandería Super Flash Clean RYG, y tiene el serio propósito de abrir pronto dos más, aunque “paso a paso”, como él dice.